La Corte Suprema ha establecido que el despido por quebrantamiento de la buena fe laboral puede justificarse cuando el trabajador se niega reiteradamente a cumplir con nuevas funciones asignadas por el empleador, siempre que estas no sean diametralmente distintas a las de su puesto original. Este fallo, emitido en la Casación Laboral N° 8600-2022 Lima Sur, proporciona claridad sobre el uso del ‘ius variandi’ y su relación con el despido por falta grave.
¿Qué implica el quebrantamiento de la buena fe laboral?
La buena fe laboral es un principio fundamental que exige que tanto el empleador como el trabajador actúen de manera honesta y cooperativa en el cumplimiento de sus obligaciones contractuales. Cuando un trabajador se niega repetidamente a cumplir con tareas relacionadas con su puesto, se considera que ha incumplido este principio, lo que puede constituir una falta grave susceptible de sanción.
¿Qué es el ‘ius variandi’ y cómo se aplica?
El ‘ius variandi’ es la facultad del empleador de realizar cambios razonables en las funciones del trabajador, siempre que estas se mantengan dentro de los límites de su cargo y perfil. En este caso, la Corte Suprema validó que las nuevas funciones encomendadas a la trabajadora estaban dentro de su perfil como asistente de contabilidad y presupuestos, y que, por tanto, no existía justificación para su negativa a cumplir con dichas tareas.
Fundamentos de la Corte Suprema en este fallo
El tribunal determinó que la trabajadora fue advertida mediante comunicaciones formales sobre sus nuevas funciones, las cuales fueron detalladas en un memorando. Además, constató que dichas funciones no eran diferentes a las descritas en su perfil de puesto. La negativa persistente de la trabajadora a cumplir con estas órdenes fue considerada una falta grave, lo que justificó el despido.
Recomendación
Es fundamental que los empleadores, al ejercer el ‘ius variandi’, se aseguren de que las nuevas funciones asignadas estén claramente vinculadas con el perfil del trabajador y que estas se comuniquen de manera formal y detallada. Por su parte, los trabajadores deben cumplir con las nuevas tareas en la medida en que se ajusten a sus obligaciones laborales, evitando así conflictos que puedan llevar a sanciones severas como el despido por falta grave.
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